Hace unos días, mediante un enlace enviado por
una de las personas que comparten nuestro timeline de Twitter, tuvimos ocasión de leer
un artículo en el que se teorizaba sobre cómo podía ayudar el Coaching a
encontrar empleo. En el artículo se hablaba de seis meses de sesiones para
conseguir fijar objetivos concretos, diseñar un plan de acción para
conseguirlos y realizar un seguimiento del mismo.
Bien, si alguien ha pensado que íbamos a hacer
una encendida defensa de esta aseveración es que no nos conoce, al menos
suficientemente. Como casi siempre, el artículo se quedaba en explicar lo magnífico que el Coaching es y, personalmente, echamos en falta una
explicación más profunda que sirviera para aclarar cuáles son exactamente los
aspectos concretos donde el trabajo con Coaching puede apoyar o favorecer toda
la serie de acciones y medidas que debe llevar a cabo alguien que busque
empleo. Es decir, únicamente con el Coaching no se encuentra empleo. Medidas como,
por ejemplo y sin ir más lejos, la que propone el portal de empleo Experteer en su blog como tener permanentemente actualizado el perfil
online, tan importante como el antiguo Curriculum Vitae, son tan esenciales que
sin ellas no hay Coaching que valga.
Porque es solo, mediante un estudio concienzudo de
las habilidades, aptitudes y actitudes que nos van a exigir, el entorno en el que nos veremos obligados a desenvolvernos y los
recursos y garantías personales de los que disponemos, como podemos empezar a
hacer una búsqueda seria y con ciertas garantías. Por ejemplo, un trabajo para un ingeniero en
Barcelona requerirá que la persona, por mas que tenga esa titulación,
estudie a fondo el perfil disponible para ver si cumple con lo exactamente
solicitado por la empresa y posteriormente procure investigar como es la
filosofía y valores de la misma, cual es su imagen en el mercado,
incluso entre la competencia y finalmente cuales son las individualidades
propias y únicas que pueden destacar su candidatura por encima de las demás.
Para ser eficiente en ese trabajo, no dejarse
vencer por circunstancias como el desánimo, creencias limitadoras, obstáculos no
contemplados, falta de concreción y otras muchas más, sirve (y de qué manera)
el Coaching. El enfrentarnos con la realidad de nosotros mismos, no la asumida,
inventada o aprendida y el aprendizaje que supone evaluar cómo pueden influir
las condiciones propias y ajenas es un arma fundamental. Y está al alcance de
cualquiera poder utilizarlo, no solo sirve para los destinados a optar a
ofertas de empleo de
directivos. Cualquiera puede beneficiarse de esta ayuda y actualmente la
variedad de la oferta de coaches hace que los precios sean mucho menores.
Incluso hay talleres gratuitos o casi gratuitos a los que se puede asistir para, al
menos, establecer las bases del trabajo que hay que hacer.
Así que, si estás desempleada o desempleado o en
búsqueda activa de empleo, emplea la técnica, no te desesperes y sobre todo, no
te disperses. Empieza por fijarte bien en el perfil exigido y pregúntate si lo
cumples al cien por cien. Haz tu búsqueda en el territorio en el que sepas que
vas a poder desarrollar tu trabajo de manera habitual sin afectar a tu entorno,
o al menos, sin que este te pueda causar un problema posterior (si vives en
Galicia y no puedes cambiarte de zona sin problemas de ningún tipo no busques empleo en Castilla-La Mancha aunque tu perfil coincida) y,
por último, descubre y potencia eso que te diferencia, que te hace único y por
lo cual a la empresa contratante le vas a interesar tú y no otro. Y no tengas
reparo en utilizar el beneficio que te aporta el Coaching para todo ello. Si el
proceso es adecuado tienes la garantía que ese trabajo a desarrollar
tendrá muchas más probabilidades de estar exactamente dirigido a lo que realmente
necesitas. Así centrarás todas tus energías en ello y el índice de posibilidades
de éxito con toda seguridad será mayor.
Buena caza. Deseamos fervientemente que cobres la
pieza.