Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido” Y, además, se pasaba el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle mucha vueltas para que sirviera de algo.
Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro, que siempre estaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.
En eso, entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un bonito mueble. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho y dijo: “Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos".
Este pequeño cuento solo ilustra la importancia del líder a la hora de cohesionar un equipo, potenciarle y hacer uso de las mejores cualidades de cada integrante, que sin la dirección y la coordinación aportada sacarían los egos a pasear y chocarían . Hace falta conocer al equipo, ejercer la escucha activa, atender las necesidades y expectativas individuales, gestionar las emociones y, finalmente, poner la maquinaria a funcionar para obtener resultados.
Al hilo de ésto tenemos un ejemplo muy ilustrativo y que ocupa todas las primeras planas de prensa. La selección española de fútbol, brillante vencedora del campeonato del mundo, como hace poco el F.C. Barcelona, o el Inter de Milán en sus competiciones, todos ellos ejemplos de equipos de trabajo constituidos por personas de altísimo talento, además altamente especializado y que sin un lider que administre, cohesione, aglutine, escuche, distribuya, promocione, desarrolle, motive y fundamentalmente GUIE y COORDINE probablemente terminarían solo siendo un conjunto de egos con una productividad nula .
Hemos hablado en otros artículos del líder coach, del lider guía, del facilitador. Al igual que en el deporte, en la empresa hace falta también el cambio. Los líderes del mañana, de hoy, deberían tomar ejemplo de los entrenadores modernos de fútbol, verdaderos paradigmas de lo que debe ser el moderno directivo de una empresa que busque resultados desde su principal activo: las personas. He aquí un ejemplo, un metamodelo a seguir. Todo es empezar a convertirse en el carpintero que saque lo mejor de cada herramienta.
Un placer disfrutar de tu post y de tu interesante blog.
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