La voluntad (Aportación de Carlos Sánchez)
Inauguramos con este post una serie de aportaciones de amigos, clientes y lectores a los que ponemos a su disposición un hueco en este blog para exponer y compartir su punto de vista acerca de aspectos relacionados tanto con la temática del mismo como con los concernientes al desarrollo del ser humano.
Nos encantaría, por tanto, que si lees esta nota y te apetece mandarnos tu colaboración lo hagas a info@coachingparatodos.com. La única condición es que esté escrita en un máximo de una página de Word usando letra Times New Roman de tamaño 11 e interlineado sencillo. Obviamente también nos reservamos el derecho de publicarla si es que su contenido puede resultar ofensivo o contravenir el rigor que pretendemos que se de a lo que aquí se comenta. Por ello, abstenéos si deseáis hacer críticas personales, publicidad, elucubraciones fantasiosas o hablar de temáticas que no estén cercanas a la de este blog. Muchas gracias de antemano.
La primera aportación es de un viejo amigo, Carlos Sánchez, de profesión Ingeniero y Responsable Comercial y residente en la Comunidad de Madrid. Y viene muy al hilo de la convocatoria de un próximo evento formativo que se celebrará el día 8 de Abril en Madrid en el que trabajaremos con los asistentes herramientas para que cada uno pueda movilizar más fácilmente, entre otras cosas, el motivo y punto central de su artículo: La voluntad.
Hola a todos, me gustaría compartir esta reflexión con vosotros.
A pesar de que el título pueda evocar al pago obligado del inútil servicio del gorrilla “ayudando” a aparcar el coche en un hueco de aparcamiento que ya habíamos visto… no tiene nada que ver. Ni tan siquiera quiero pedir una propinilla por haber escrito estas ideas. Se trata de otra cosa.
El otro día venía escuchando en la radio a una de las eminencias en coaching de este país hablando de disciplinas muy relacionadas con la temática, como la programación neurolingüística, la neurociencia motivacional y otras de las que no me acuerdo, ni sé lo que son. Se comentaba que estas técnicas nos ayudan a llevar a cabo aquellas ideas-proyectos enfocados en positivo que tendríamos que realizar, pero no lo hacemos por todas aquellas barreras que nos impiden movernos de donde estamos.
Pues bien, yo creo que una de las barreras más importantes es la pereza, o como se quiera llamar: inercia, costumbre, vaguería, zona de confort, acomodamiento, etc.
A veces pienso que no enfrentamos realmente el problema de cambiar las cosas por pereza, y buscamos técnicas que nos ayuden a encontrar la motivación las ganas, etc. Intentamos paliar nuestra falta de voluntad con estas técnicas, pero como digo, entiendo que disponer de la fuerza de voluntad necesaria es muy importante. La voluntad nos dota de la capacidad de hacer las cosas porque se tienen que hacer a pesar de que no nos apetezcan, no estemos motivados, estemos bien como estamos, etc.
Un ejemplo típico vivido en primera persona: la pérdida de peso. Casi todos pensamos en algún momento que deberíamos perder unos kilillos y ponernos algo más en forma. Buscamos un régimen cómodo, que no provoque hambre ni ansiedad. Que no nos quite nuestras cervecitas y nos permita cenas y comiditas con los amigos… y que todo se solucione tomando una pastillita, o estando 2 días comiendo alcachofas hasta en el desayuno. Y encima, que la grasa que nos quitemos sea localizada (en el abdomen nosotros y en las caderas ellas), para lo cual nos venden todo tipo de productos adelgazantes y cacharritos de electro estimulación. Todas estas cosillas en el mejor de los casos son inocuas, pero en el peor nos pueden incluso generar problemas que no teníamos.
Pues bien, una mala noticia. No existen las dietas milagro y la única forma de perder grasa localizada es con liposucción (cosa bastante repugnante de ver, por cierto).
La unica forma de adelgazar es comiendo menos y mejor además de hacer ejercicio físico regularmente. Es decir… hace falta VOLUNTAD.
La voluntad no vale de nada si no se mantiene en el tiempo. Si todo el interés se deshincha como un globo en dos meses y abandonamos, inevitablemente nos veremos abocados a la frustración y al abandono de nuestro proyecto. Ya lo decía Ortega y Gasset: “Cualquier esfuerzo inútil conduce a la melancolía”. Aquí se introduce el concepto inexorablemente ligado a la VOLUNTAD: la PERSEVERANCIA.
Creo que en esta sociedad, cada día buscamos herramientas y técnicas para atenuar el esfuerzo necesario para realizar las tareas. Precisamente, en el gremio de ingenieros nos dedicamos a estas cosas, entre otras.
Vamos perdiendo la capacidad de esfuerzo personal, de sacrificio y de lucha, simplemente porque no la entrenamos.
En este sentido, R.S. Sharma en su título tan conocido “El monje que vendió su Ferrari” nos recuerda dentro de la fábula del monje, como la voluntad (el cable rosa) es una de las claves necesarias para iniciar el cambio y la evolución personal.
Por eso os propongo aportéis vuestro punto de vista, y vuestras experiencias personales acerca de esta cuestión.
Carlos Sánchez
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Creo que un problema no puede superarse sin voluntad, perseverancia y creer en uno mismo
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