A
finales de este mes de Diciembre, probablemente tendremos unos días,
tiempo en suma, para reflexionar. Días a su vez de ajetreos, de ir y
venir para volver a encontrarnos con la familia y esas personas que
queremos. Aún así, deberíamos ser capaces de podernos dedicar un tiempo
para nosotros, quizá para pensar sobre cómo han cambiado las navidades a
lo largo de nuestra vida, cómo han cambiado nuestras prioridades, cómo
han cambiado nuestros valores. Quizá ha sido un año duro sobre años
duros anteriores, marcado por muchos cambios sobre los que conviene
parar y pensar.
Este
último mes del año podríamos permitirnos el lujo de detenernos.
Desconectar, aunque solo fueran unos momentos y tener un espacio de
introspección, de intimidad para con uno mismo, de reflexión, de diálogo
interior acerca de que han supuesto no para mal, sino todo lo
contrario, para bien, estos últimos doce meses. Puede que nos resulte
difícil, pero es momento de recordar que hemos hecho correctamente, en
qué hemos crecido, qué fortalezas hemos desarrollado en estos momentos
difíciles, en qué nos hemos sorprendido a nosotros mismos. Y premiarnos
por ello.
Y desde esa perspectiva, sería tiempo de meditar, asimismo, sobre lo que
queremos lograr en este año que comenzará en breve. Y para ello, sería
bueno observar qué circunstancias, pensamientos, miedos, pueden
detenerte para alcanzar lo que quieres.
Y
si para ello crees que te podemos acompañar, que te resultaría más
fácil, contacta con nosotros para encontrar tu mejor camino.
Nuestros mejores deseos para cada nuevo día de este año 2013.
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